Querida Grace
¡Quería agradecerles expresamente nuevamente por la cita realmente fantástica!
Desde el primer minuto Eva cautivó y me cautivó con su estilo. Mientras bebíamos una copa de champán en un rincón apartado del bar, los primeros toques suaves revolotearon sobre mis piernas y provocaron un brillo entre nosotros, que luego continuó con intensidad durante toda la cita.
A esto le siguió una ráfaga de cuatro horas de seductora fisicalidad y entrelazamiento, cuyas imágenes todavía me dejan sin aliento incluso ahora. Entre los muchos momentos de puro placer, tuvimos grandes conversaciones en las que disfruté de tener un interlocutor muy multifacético, interesado e inteligente cuya profundidad intelectual traía consigo su atractivo especial. Todavía puedo ver sus ojos cautivadores y recordar todas las vistas impresionantes que pude ver en su impresionante cuerpo. Parecía como si a un artista enamorado se le hubiera permitido desahogarse con su silueta.
Fue la cita perfecta. Me tomó tiernamente de la mano, me llevó a un éxtasis fantástico y sensual y lentamente volvió a salir, de modo que como regusto todavía podía disfrutar del aroma de Eva y del recuerdo de ese brillante día en el que ella misma ya había desaparecido en la noche.
Muchas gracias por esta encantadora experiencia, espero seguir adelante y disfrutar un poco más de los recuerdos aún frescos 🙂
Atentamente,
k